Llega un año nuevo y nos planteamos nuevos propósitos en nuestra vida. Aquí te propongo doce propósitos para tu crecimiento personal de manera que te ayuden a transformar tu vida para llenarla de sentido.
Quizá todos los años te hagas propósitos que nunca llegas a alcanzar. Por eso empieza por cuestionarte tu motivación: ¿Cuál es realmente tu grado de compromiso con tu crecimiento personal?.
Si realmente quieres transformar tu vida y tienes un alto compromiso contigo misma aquí te dejo estos doce propósitos que estoy segura te ayudarán a dar un salto cuántico en tu vida.
Indice de contenido
1. Practica Yoga o cualquier otra disciplina Cuerpo-Mente (Tai Chi, Chi Kung etc)
Todas estas actividades se basan en sentir el cuerpo mientras trabajamos. Y es que sentir el movimiento poniendo la atención en las diferentes partes del cuerpo y en la respiración, permite relajar la mente y que ésta descanse en paz.
De estas tres técnicas o disciplinas son orientales, el yoga es mi favorita. Yoga significa unión de cuerpo, mente y espíritu. A través de las posturas de yoga (asanas) y la respiración profunda (pranayama) tu cuerpo se hará más fuerte, más flexible, al mismo tiempo que tu mente para y se relaja para que te encuentres con tu paz interior donde mora tu verdadero Ser.
2. Cuida tu alimentación consciente
Somos lo que comemos. Elige comida real, alimentos no procesados que te nutran de energía y vida. Tu alimentación es tu gasolina. Los yoguis preferimos los alimentos que en Ayurveda se denominan como “sattvicos”.
Sattva representa la pureza, el equilibrio y la claridad mental. Una dieta Sattva incrementa la vitalidad, la vigorosidad, la alegría y, en general, la salud física y mental. Equilibra el flujo de energía cuerpo-mente, resultando en una estado mental calmado y puro, el perfecto caldo de cultivo para trabajar la mente a niveles superiores de concentración y meditación.
Los alimentos sattvicos son frescos (comida real, nunca procesados), principalmente frutas y verduras, leche y queso fresco, legumbres, semillas y cereales, frutos secos, pan integral, germinados, especias, hierbas aromáticas y miel.
3. Medita cada día
Meditar es el camino que podemos elegir para disminuir la presión, el estrés, la ansiedad y las preocupaciones que nos abordan diariamente. Cuando meditamos nos proporcionamos un espacio para restaurar nuestra naturaleza interior.
Elige cada día unos minutos de meditación. Medita al levantarte y establece la intención de tu día. Medita al acostarte y revisa si tu día. Llena tu día de sentido y propósito a través de la meditación para tu bien y, como dicen los budistas, el de todos los seres sintientes.
A través de la meditación tenemos el poder de cambiar nuestra mente. Meditar transforma. Como dice Wayne Dyer, estás a un pensamiento de cambiar tu vida!
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4. Lee sobre crecimiento personal
Lee libros de crecimiento personal, libros sagrados, o libros o de autoayuda que te den herramientas para tu desarrollo. Este tipo de libros pueden ser una herramienta muy útil para tu transformación.
Cando lees este tipo de libros, puedes motivarte e inspirarte hacia el cambio y reflexionar de muchísimos aspectos a nivel conductual o cognitivo que debes trabajar, pero lo cierto es que, el que se produzca una transformación en ti, va a depender de lo que hagas con el contenido del libro y de la constancia y perseverancia con la que lo trabajes.
5. Contacta con la naturaleza
Vive conectada con la naturaleza. Siente la energía de lo divino. Todos los seres humanos tenemos una conexión neurobiológica con la naturaleza. Estar en contacto con ella nos proporciona bienestar físico y mental.
Al pasear y disfrutar de paisajes se reduce a la mitad la secreción de hormonas del estrés, entramos en conexión con la madre tierra y con la fuente universal que nos une a lo divino. Además se activa nuestro chakra raíz para dar pasos hacia nuestros propósitos con mayor consciencia y sentido.
6. Únete a tu tribu
Empieza a conocer gente como tú, que tengan tus mismos intereses y valores. Quizá tus amigos de toda la vida o tu familia ya no están en tu misma vibración ni comparten lo que a ti te motiva. Puede que ni siquiera te entiendan.
Entonces es que ha llegado el momento de conocer otras personas con las que puedas hablar de los temas que te interesan, que quieran dejar de hacer y empezar a Ser. Busca tu comunidad a través de cultivar los mismos hábitos y hobbies que ellos: apúntate a clases de yoga, retiros de meditación, rutas de senderismo conscientes, etc. Hoy en día con las redes sociales y las aplicaciones móviles todo es mucho más fácil de lo que parece.
Según el filosofo y maestro Jim Rhon, “Somos el promedio de las 5 personas con las cuales más nos relacionamos en nuestras vidas”, inconscientemente adoptamos su forma de pensar, su actitud ante la vida y hábitos tanto positivos como negativos. Por tanto, únete a personas que te inspiren y te hagan crecer.
7.Tómate un retiro
Tomarte unos días de retiro es una maravillosa oportunidad para dejar de lado tu vida cotidiana y encontrar un tiempo para tu descanso y conocerte más a ti misma.
Tomarte un retiro es darte un tiempo solo para ti. Es un parar para avanzar. Significa regalarte unos días de conexión contigo misma para valorar cómo estás afrontando tu vida. Es una experiencia que te aportará claridad para afrontar los retos que se te presentan y para encontrar tu paz interior.
8.Haz un viaje espiritual
Después de más de cincuenta viajes transformacionales a mis espaldas, te aseguro que las experiencias que vivirás embarcándote en un viaje espiritual ampliarán tu visión del mundo, te harán salir de tu zona de confort y a la vuelta, realizarás cambios significativos y a largo plazo en tu vida.
Más aún cuando sales a la aventura buscándote a ti misma. Si has tenido una etapa dura en tu vida, quieres hacer un cambio o necesitas aire fresco, plantear este tipo de viaje espiritual es una gran opción para crecer como persona o superar alguna barrera que te frena.
9. Baila
Cuando bailas le estás regalando muchos beneficios al cuerpo, a la mente y a las emociones.
El baile permite expresarte. Con tus movimientos comunicas los pensamientos y las emociones, ya que tu cuerpo reacciona a la sensibilidad que la música genera. Sin el recurso de las palabras puedes dar a conocer sentimientos como la ira, la tristeza, la amargura… Y, al sacar esos sentimientos negativos» del cuerpo, te invaden una sensación de paz.
10.Vive desde el mindfulness
Cuando te das una pausa, y tienes un tiempo de observación externa e interna, reconoces tu voz y tu yo interior.
Practicar el mindfulness o atención consciente nos permite aprender a reaccionar en el momento exacto, es reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, y así, ver las enormes posibilidades que tenemos en la vida.
Lo importante del mindfulness es que te ayuda desconectar de las situaciones que te generan estrés y ansiedad, que dejas de vivir en modo piloto automático y te detienes a pensar, disfrutar y sentir cada momento de nuestras vidas. Recuerda que el momento presente es lo único real en tu vida.
11. Ejecuta el Karma Yoga: ponte al servicio de los demás
El karma yoga trabaja en ti la humildad, tu ego. Consiste en servir, en regalar algo de tu tiempo, de forma desinteresada, a la comunidad y ser parte de algo más allá de tu ser.
Se trata de llevar a cabo acciones que impacten de manera positiva a las personas sin esperar nada a cambio. Es el solo hecho de dar algo de ti. El karma yoga purifica tu corazón y te trae paz interior, aprendes a valorar lo que tienes, a agradecer, a ser compasivo y amable.
Hay muchas maneras en la que puedes practicar karma yoga en tu vida, ya sea ayudando a un vecino o haciendo un voluntariado. Para practicarlo no necesariamente tienes que hacer algo grandioso, recuerda que se trata de tomar acción y servir de manera pura. Y ¿qué puedes dar? Tu tiempo y tu talento, principalmente. Es importante que la acción venga de una intención desinteresada y la actitud de servicio.
12. Practica el Agradecimiento
Practicar la gratitud es una de las actitudes más importantes que puedes adquirir y una de las que más cambiará tu vida con diferencia.
Pero no solo se trata de agradecer a los demás, sino que también debemos empezar por valorarnos y agradecernos a nosotros mismos todo lo que somos y lo que hemos conseguido, mucho más allá de los errores cometidos y de todas nuestras limitaciones.
Esto hará que podamos apreciar, valorar y vivir el presente, aceptando la vida tal como es y alejando la insatisfacción derivada de pensar en cómo creemos que debería ser.
Gracias por leer este post, seguirnos y estar ahí para que, entre todos, sigamos creciendo y creando un mundo mejor y más consciente! Namaste!
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María